jueves, 1 de mayo de 2008

Estaciones

Hay cosas que nadie puede parar y son incontrolables como el rumbo del viento o la caída de una hoja en un árbol en otoño. Podríamos compararlos con las estaciones, son cambios o transiciones inevitables. Nadie puede evitar que un grito estalle contra la pared o que encierre nubes detrás de mi balcón.
Es cómo aquel músico retirado que sigue pensando que triunfa.¿Vive de los sueños? ¿No son estos acaso lo que nos mantienen vivos? Pero las estaciones no son sueños, no te atrapan en telarañas como hacen estos, no te enredan suavemente entre sus cabellos. Te tiran, precipicio abajo cómo si del vacío se tratase y con los ojos muy abiertos para no perder cuenta de cualquier detalle.
Hay muchas estaciones entre nosotros los humanos, sufrimos transiciones inevitables y vamos en decadencia. Somos cómo aquel músico que se dio cuenta de que fracaso, que no vendió ni un sólo disco excepto el de su "orgullosa" madre. Como aquel escritor y dramaturgo expulsado del gremio por quedar su folio en blanco y escabullirse de las palabras.
Quiero mi disco, mi folio y mis palabras de vuelta como aquellas transiciones que me lanzaron cabeza abajo sin tener en cuenta mi vértigo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo importas tú.No lo que pase a tu alrededor.Qué más da que el músico no vendiera el disco.En realidad compuso para el mismo.Y seguirá triunfando.
El dramaturgo..en el folio en blanco había demasiado escrito.Falta gente que quiera comprender.

Espe dijo...

Indudablemente creo que son los sueños los que nos empujan a continuar, son los que, al aparecer, nos indican que siempre hay algo por lo que luchar, por lo que seguir y sobre todo por lo que vivir.

Un besito pequeña