sábado, 17 de mayo de 2008

No llorarse las mentiras sino cantarse las verdades

Hoy niego esta emocionante y intrépida canción. Si, el equilibro es posible. Es de sobra conocido el gran odio que yo tengo hacia la perfección, el equilibrio.
Siempre tendré mi propia filosofía de que la perfección es la muerte. ¿Acaso tiene sentido la vida cuando todo es perfecto? Necesitamos algo por lo que luchar y seguir cada día, no quiero tener que tener la necesidad de mentirme para vivir.
pero hoy sin saber por qué he sufrido una división de mis propias filosofías. Se me han equilibrado las balanzas por momentos, ya no me pesa más un lado que otro ni necesito más pesos. He(mos) creado la combinación, no perfecta pero con un toque de perfección. Y en estos casos en los que tan bien me siento odio reconocer que un toque de perfección, de poder decir que todo sale a pedir de boca me pone los pelos de punta y me encrespa los nervios. Pero es la naturaleza del hombre, somos tontos y nos crearemos problemas.

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