miércoles, 21 de mayo de 2008

Ansiedad


Quería escribir algo bonito que causara una gran impresión pero no he encontrado ni una sola palabra adecuada, ni siquiera una. He balbuceado y chapurreado.
Podría decir miles de palabras cultas y metáforas pero no tendría sentido. No es lo bonito escribir por escribir. Para empezar por el principio no es la mano la que escribe ni la razón la que piensa tus próximas palabras es el corazón el que escribe, el que siente cada segundo la necesidad de hacerlo. Tanto o más como de proponernos siempre millones de interrogantes aún por resolver.
Podría empezar por Querido diario:
Acabo de escribir un montón de líneas sin sentido y he decidido borrarlas.
Podría empezar también por un final, obviamente no sería un final feliz. No tendremos un final feliz al igual que el amor no es eterno.
Quizás esto tampoco tenga mucho sentido completo, pero ¿es que hay algo en este mundo que lo tenga?
Vivir...También podría hablarte de lo bello que es vivir, de cómo me gusta exprimir cada día y cada sonrisa. Las sonrisas, no hay nada más bello en este mundo.
He empezado todo este chapurreo de palabras y confusos sentamientos con un cigarrillo entre mis dedos, he empezado a decir palabras y más palabras de esas que sirven para todas las cosas, puede que me haya confundido de momento. No es el más adecuado para haber escrito todo esto. Se me ha acabado el cigarrillo a la vez que la imaginación, se han esfumado y quemado lentamente. Me la he fumado con cada calada honda y profunda.
Pero a mi todo esto me da igual, a lo mejor tendría sentido si los cigarrillos escribieran corazones. Pero los cigarrillos no escriben ahí, ni siquiera hay algo que lo haga. Además, yo ni siquiera fumo.
Yo si quiero llorar lloro, si quiero quererte te quiero y si quiero escribir, escribo

sábado, 17 de mayo de 2008

No llorarse las mentiras sino cantarse las verdades

Hoy niego esta emocionante y intrépida canción. Si, el equilibro es posible. Es de sobra conocido el gran odio que yo tengo hacia la perfección, el equilibrio.
Siempre tendré mi propia filosofía de que la perfección es la muerte. ¿Acaso tiene sentido la vida cuando todo es perfecto? Necesitamos algo por lo que luchar y seguir cada día, no quiero tener que tener la necesidad de mentirme para vivir.
pero hoy sin saber por qué he sufrido una división de mis propias filosofías. Se me han equilibrado las balanzas por momentos, ya no me pesa más un lado que otro ni necesito más pesos. He(mos) creado la combinación, no perfecta pero con un toque de perfección. Y en estos casos en los que tan bien me siento odio reconocer que un toque de perfección, de poder decir que todo sale a pedir de boca me pone los pelos de punta y me encrespa los nervios. Pero es la naturaleza del hombre, somos tontos y nos crearemos problemas.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Diecisiete

Hemos dejado atrás tantas cosas que ni siquiera el tiempo puede llegar a contar. Los 16, sí. Probablemente he tenido unos 16 demasiado felices, en los cuales la balanza se inclinaba a mi favor pero sin olvidar el peso que tiraba del lado contrario. Tantos errores hemos cometido... Normalmente nunca me arrepiento de lo que hago, tampoco ahora es el caso pero si echamos la vista atrás y miramos todo aquello que hemos perdido es cómo sacar a un pez del agua por unos segundos, se ahoga pero sobrevive. Quizás pueden decir que he madurado, aunque siempre me he considerado algo más madura de lo que debería de ser.
Pero ha sido todo esto lo que me ha formado, cada segundo o cada minuto, cada caída, cada golpe y sobre todo cada risa. Risas de esas que puedes llevarte embotelladas para poder oírlas eternamente.




Me resumo en millones de mis carjadas, otros tantos de mis lágrimas, de mis saltos e incluso de aquellos tiempos en los que corría bajo la lluvia dirección un lugar caliente. En cafés y en todas las imperfecciones, en teatro y en aliento. Soplos de tu aliento.
Risas, lágrimas, cafés y soplidos para poder decir otro "Hola, aquí estamos de nuevo. Con calor, confianza y seguridad. Con un año más"

jueves, 8 de mayo de 2008

domingo, 4 de mayo de 2008

Si al final lo tengo todo...

A veces no es necesario nada más que vosotras y bueno, si eso un café.

jueves, 1 de mayo de 2008

Estaciones

Hay cosas que nadie puede parar y son incontrolables como el rumbo del viento o la caída de una hoja en un árbol en otoño. Podríamos compararlos con las estaciones, son cambios o transiciones inevitables. Nadie puede evitar que un grito estalle contra la pared o que encierre nubes detrás de mi balcón.
Es cómo aquel músico retirado que sigue pensando que triunfa.¿Vive de los sueños? ¿No son estos acaso lo que nos mantienen vivos? Pero las estaciones no son sueños, no te atrapan en telarañas como hacen estos, no te enredan suavemente entre sus cabellos. Te tiran, precipicio abajo cómo si del vacío se tratase y con los ojos muy abiertos para no perder cuenta de cualquier detalle.
Hay muchas estaciones entre nosotros los humanos, sufrimos transiciones inevitables y vamos en decadencia. Somos cómo aquel músico que se dio cuenta de que fracaso, que no vendió ni un sólo disco excepto el de su "orgullosa" madre. Como aquel escritor y dramaturgo expulsado del gremio por quedar su folio en blanco y escabullirse de las palabras.
Quiero mi disco, mi folio y mis palabras de vuelta como aquellas transiciones que me lanzaron cabeza abajo sin tener en cuenta mi vértigo.