viernes, 25 de julio de 2008

Trenes sin destino

Si hay algo que puede caracterizarme o retratarme en mi más puro sentido psicológico es la tozudez hacia las cosas, y la poca resignación de aceptarlas tal y como son o como parecen ser, sin antes haber hecho una gran lista de intentos fallidos por realizar lo contrario a lo establecido. Esa gran lucha que todo ser humano encara contra la realidad buscando la utopía, una felicidad absoluta y eterna sin apenas resignación ante todas las pérdidas. Esa batalla que va dejando huellas por cada sitio que pasa y que camina lentamente y algo cegada, con los ojos entreabiertos haciendo daño y temiendo hacerlo.
Y nadie se resigna ante ello porque, ¿que hay en vivir que no sea una batalla perecedera? Yo ante estas cosas ya me pierdo y llego a la conclusión que ni resignándonos encontraremos algo y que si existe algo hay arriba que pueda controlarme como una marioneta, controlándome cada movimiento y revisando cada pensamiento se las apaña demasiado bien, y es demasiado perfecto y yo demasiado imperfecta como para encontrar lo que él esconde y llama "el significado de estar vivo."
Todos luchamos esta batalla, de miles de maneras y cada uno a la suya. Sólos, con nuestra poca felicidad encontrada y buscando un compañero de juego para poder hacer la batalla algo más amena, para poder reírnos de cada segundo y no considerarnos tan estúpidos ante lo claramente imposible.
Pero claro, aunque la vida sea toda una eterna batalla tengo una gran tozudez cuando alguien intenta arrebatarme la idea de que vivir es algo maravilloso, por muchas soledades, batallas, silencios frustados y trenes sin destino que haya cogido estos días para acabar dónde siempre, frente a un ordenador con ideas difuminadas de todo lo que llegarán a ser.

miércoles, 16 de julio de 2008

Can't you see ?


Ya no quedan poetas ni queda poesía. Ahora sólo queda desolación, ya no sale el sol y las puestas son increíblemente sucias. Ya no hay nubes que lloran, ni nubes que sonríen y se esconden. No hay vida en los nudillos, ni hojas muriéndose.
La gente ya no hace el amor, ahora sólo queda el desecho de la vida que solía existir en cada mirada. Ruinas de lo que brillaba y cegaba. Lluvia, que no se de dónde proviene. Las personas caminan sin rumbo, sin corazón y no hay nada más feo que ver todos los recuerdos en las nuevas miradas que mueren de desolación, la humedad que no tienen las lágrimas.

lunes, 14 de julio de 2008

Shh

No esque haya cosas que evite decir, sino que hay cosas que prefiero callarme. Si no me callara cosas no sería yo, y no esque mienta ni oculte cosas. Hay cosas que si, me importan por muy absurdas que sean. Me importa hasta el más minímo detalle de las cosas y por eso me las callo. Porque si no las digo, evito pensarlas y si evito pensarlas les resto la importancia que si que tienen. Y esque hay razones que el amor no puede entender, y es superbonito que él este por encima de todo, pero en mi mundo aparte de estos razonamientos existen muchas más cosas.
¿Es tan importante el valor de la sinceridad?
Porque todo fluye e influye, desde un cosquilleo a un orgasmo, todo.
Pero yo lo siento, ante estas cosas sólo me sale correr, cobarde como la que más y lo siento, pero no tengo las suficientes fuerzas como para encarar todas las situaciones juntas. Y me influye.

Contamíname

Me he perdido en tu segunda sílaba y quiero ser como el aire.
¿Puedo pedirte más?
Aunque no quiero nada más que lo que tengo, ganas de tí y de todo.
¿Incontrolable? Verdad.