martes, 30 de octubre de 2007

Shakespeare


Palabras, palabras, palabras, una vez poseí ese don.
Hacía el amor con ellas como el alfarero hace cuencos con el barro.
Ese amor que derrumba imperios, amor capaz de unir dos corazones frente al fuego del infierno y del azufre.

Pero ahora, es como si mi pluma se hubiera roto, como si el órgano de mi imaginación se hubiera secado, como si la erguida torre de mi ingenio se hubiera derrumbado. Nada deviene.
Es como abrir una cerradura con una sardina.




Shakespeare In Love