sábado, 7 de abril de 2012



Muérdeme y que me duela, que escueza y me recuerde que estás ahí. Que puedo perderme en mil recovecos para luego encontrarte, como nuevo, de mil maneras cada día, sin caer en lo aburrido, en lo frágil, en lo normal, en lo corriente. Que es bajo la luz que se cuela por las mañanas cuando quiero verte, desnudo, a mi lado, tenue pero caliente. Que se me pongan los pelos de punta sólo de pensarlo, una explosión de emociones que arrase con la habitación, que arrase con todo, y me deje ahí como un torbellino, desorientada, perdida, pero a tu lado.
Que de escaparse se me escapen las palabras y no los días, las formas, los colores, la voz, la vida que poco a poco desvanece por mis dedos pues a veces muero por instantes. Entonces me tocas y tiemblo, pero no tengo miedo, pues sé que estas ahí, a mi lado. Joder, que los días pueden ser duros pero no a tu lado. Seré corriente pero no en la forma de quererte, de marcarte...pues me he dado cuenta de que puedo dejar de ser salvaje, animal, dejar de ser gato para ser un poco perro, dejar de arañar y esquivar...
Tu y yo nunca podremos ser corrientes, pues juntos somos extraordinarios.

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