martes, 11 de enero de 2011

Quiero pegarte un bocado...

Manzana, manzana roja y brillante.
Me persigues y te veo en todas partes, con esa luminosidad que hace que me cueste no morderte, pegarte un bocado y echar a correr. Pecado andante, con los ojos cerrados te veo, y me obsesiono porqué has penetrado en mi cabeza, en mis instintos, ya no sé cuales son mis pasiones pues si estás se eclipsan. Me hierve la sangre y quisiera moverme lejos de ti pero los polos opuestos se atraen y son las leyes físicas las que no me dejan. 
Dicen las malas lenguas que la mejor manera de huir de la tentación es caer en ella, pero no debo, ni debo ni quiero, no literalmente claro. Caer, es un placer profundo. Yo puedo intentar escapar de la tentación pero ella viene tras mi, me quema los dedos y me abre las llagas. Escuece, duele y quiero morder porqué yo soy Eva perdida en el Edén y tú mi fruto prohibido.


Yo sólo veo ritmo que me lleva así...
  

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