martes, 24 de junio de 2008
Rebeca
Es difícil saber cuando empecé a quererte, es tan difícil que la razón se confunde y las palabras ni fluyen. Puede ser por tu belleza exótica, tus negros y profundos ojos con su intensa mirada o por la manera que tu pelo se desliza por tu “recta” espalda.
Ni siquiera tus virtudes negativas me niegan esto, también es tu cabezonería y tu manera de ponerte nerviosa ante las situaciones, o tus borderias.
Es tanto tiempo tan bien desperdiciado que ni se me puede ocurrir otro pasado en el que tu no existieras, en el que no me cambiara de colegio, en el que tu vivieras en Valladolid, es irracional plantearse situaciones, es incontrolable el destino. Él delicadamente nos ha juntado y nos ha separado, volviéndonos a juntar y ni siquiera tampoco puedo llegar a difuminar un futuro en el que tu no existas.
Eres mi arjé, mi principio de todo y el fin de toda historia, el comienzo de mis libros y la protagonista de todos. Mi heroína y mi atracadora. La ecuación que me complementa.
El resto…el resto de cosas que puedo decirte son como el sol, sabes que esta ahí. Te resumo en una sola palabra, Gracias. Respecto al tiempo, llevo una vida resumida en ti.
Sobra decirte lo muchísimo que te quiero.
A todo esto, Felices 17
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario