
Que la dejes brillas con todo su esplendor, que ciegue.
Conoce de ambiciones y errores que pasan factura, pero ahí sigue.
Trepa por tu brazo y tu le das codazos, evitas que salga a la luz.
No es que temas que sea demasiado grande y brillante, si no que te asusta saber como eres y lo que puedes llegar a ser.
Has conocido lo peor, el miedo a ti misma.
Y la estrella cae, y sube el invierno, trepando por cada hueso de tu cuerpo.
¿Saltar? No se te ha ocurrido mejor cosa que saltar, para caer el invierno, la estrella y todo.
Escaleras para abajo.